2.10.24

Entrevista a Gabriel Lauret por “Allegro Agitato”: “A la sociedad la están educando para que ocupe su tiempo de ocio en cuestiones lúdicas que no impliquen un mínimo esfuerzo”.

 


P: ¿Qué supone para Gabriel Lauret ganar la segunda edición del Premio de Nuevo Periodismo de M.A.R. Editor entre 234 obras de 26 países?
Respuesta: Evidentemente, una gran alegría y algo totalmente inesperado, teniendo en cuenta que llevo pocos años escribiendo. Si hace tres años me hubieran dicho que iba a escribir y publicar artículos, que iban a tener mucha aceptación, no sólo entre un público general sino también por músicos profesionales, no me lo hubiera creído, y mucho menos que una recopilación de estos textos lograrían imponerse en este Premio de Nuevo Periodismo de M.A.R. Editor, con una concurrencia tan numerosa, teniendo en cuenta, además, el prestigio y el atractivo para otros escritores que tiene esta editorial.

P: ¿Qué pretendes con los textos de tu libro Allegro Agitato?
R: Me sugirieron que comenzara a escribir para divulgar la música clásica entre un público no especializado, lectores del diario La Opinión de Murcia, que después se amplió al blog Las Memorias de Dulcinea. Para mí era un reto porque yo soy músico, soy violinista; no soy musicólogo, ni historiador, mucho más acostumbrados a escribir. Mi sorpresa fue que los artículos eran muy bien recibidos tanto para un público no especializado, que era el objetivo inicial, como también por muchos de mis colegas, profesionales de la música. Creo que el secreto está en que el contenido, la información, es indudablemente importante, pero para divulgar es necesario enganchar al público a la lectura, con independencia de que los protagonistas sean más o menos conocidos por el gran público. Para ello, desde el principio tuve claro que debía utilizar un lenguaje sencillo, directo. En muchas ocasiones me dirijo directamente al lector y, cuando considero que es necesario, explico ciertos términos musicales. Me gusta introducir pequeñas bromas dentro del texto e intento sorprender, de alguna forma, dando en ocasiones un giro inesperado, para conseguir que el lector quiera continuar leyendo.

P: ¿Ve alguna similitud entre escribir artículos e interpretar música?
R: Aunque parezcan terrenos muy alejados, he utilizado mucho mis conocimientos y mi práctica como intérprete para la elaboración de mis artículos. Tanto en la distribución formal de la información (estructuras binarias, ternarias, reexposición, coda, todos estos términos musicales tienen un reflejo en los relatos) como en la forma de plantear situaciones de tensión y distensión dentro de cada texto, así como una forma conclusiva que cerrara cada artículo de forma satisfactoria. En un futuro puede que me atreva con obras mayores. Veremos entonces qué similitudes encuentro con mi experiencia de músico.

P: ¿La música clásica, la cultura clásica, están quedando sólo para el disfrute de pequeñas élites no porque se oculten a la gente, sino por el desinterés de las mayorías en algo elevado?
R: En estos momentos, de exceso de información, el problema es hacer atractiva la cultura a la mayor parte de la gente, porque tiene que competir con demasiadas distracciones. A la sociedad, además, la están educando para que ocupe su tiempo de ocio en cuestiones lúdicas que no impliquen un mínimo de esfuerzo. Cultura y cultivar tienen raíces comunes. No se cultiva sin esfuerzo; sin esfuerzo no se va a obtener un fruto, o al menos no el que nosotros deseamos. En mis clases en el conservatorio pongo siempre el ejemplo de unas conocidas hamburgueserías. La ilusión de muchos niños es celebrar su cumpleaños en estos oscuros antros culinarios, algo que nos parece normal porque son niños. Ya con cuarenta años, en cambio, nos parecería preocupante, porque nos daríamos cuenta de que esa persona no ha tenido una evolución en sus gustos. Por desgracia, este ejemplo aplicado a la música, a la literatura o a las artes, deja indiferente a la mayor parte de la gente, incluyendo a nuestros dirigentes culturales, ocupados en otros menesteres. Razón de más para luchas por romper este tipo de inercias.

P: ¿Junto a los grandes compositores se habla en su libro de músicos no tan conocidos, pero más cercanos y muy interesantes para nuestra propia cultura?
R: En mis artículos no pretendo hablar sólo de los músicos más conocidos. Es más, la mayor parte de ellos hablan de personajes que han tenido sólo un contacto ocasional con otros más famosos y que sirven de gancho o de contextualización. Pretendo que cada artículo interese al lector per se, que sea la forma de comunicarlo la que anime al lector también a indagar e intentar escuchar la música que compusieron o de la que fueron responsables. Conforme iba escribiendo también me daba cuenta de que muchos músicos desconocidos para el gran público tuvieron vidas apasionantes, dignas de las mejores novelas de aventuras. Y estas historias conectan con el lector. Por otra parte, teniendo en cuenta que en un principio los artículos iban a ser publicados en el entorno de la región de Murcia, me pareció muy importante hacer una reivindicación de los músicos de esta tierra, grandes desconocidos tanto aquí como en el resto del país como Mario Medina, Manuel Manrique de Lara o mi propio tío, Benito Lauret. Además de otros músicos españoles como Manuel de Falla, Joaquín Rodrigo, Usandizaga o Gerhard.

P: ¿Qué es más extraño, que la música clásica occidental conquistara Japón o China o que un músico ruso de comienzos del S.XIX viniera a España seducido por nuestra música popular?
R: Como dijo el gran director de orquesta japonés Seiji Ozawa, la música es tan internacional como una puesta de sol. El atractivo de la música clásica en Japón y en China es enorme, y basta con ver los datos del crecimiento en estos países. Ya desde el siglo XIX Japón comienza una apertura a la música clásica que se expande enormemente tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día es una potencia musical con grandes orquestas, solistas, grupos de cámara, fabricantes de instrumentos y una infraestructura de grandes y pequeñas salas de concierto de una calidad impresionante que se mantiene gracias al público que llena las salas. En China se complicó la situación por la llamada Revolución Cultural, pero tras ella, con la apertura que propiciaron Stern y Kissinger y el enorme desarrollo económico que ha experimentado el país, la situación es muy propicia para la música. España ha sido un país de moda en Europa, muy de moda, ya desde el Siglo de Oro. Una de las primeras óperas de Telemann, Sigismund, a comienzos del siglo XVIII, tiene como argumento La vida es sueño, de Calderón, y a lo largo de su vida compuso otras tres obras basadas en el Quijote. Las bodas de Fígaro de Mozart y Fidelio de Beethoven transcurren en Sevilla. España tenía un gran atractivo fuera de nuestras fronteras. Cuando los compositores comienzan a visitarnos, además, bebieron directamente en nuestras fuentes musicales y la introdujeron en su música. Algunos se quedaron, como Scarlatti o Boccherini y, más tarde, la visita de Glinka a nuestro país propicia una moda en Rusia que se percibe incluso en Shostakovich, bien entrado el siglo XX.

P: En su caso, ¿se puede decir que el amor por la cultura es una tradición familiar?
R: En mi familia soy la cuarta generación de músicos. Mi bisabuelo había sido guitarrista y afinador de pianos y mi abuelo era pianista, y mi tío director de orquesta. Mi padre era abogado y tenía una enorme formación cultural. Además de escuchar música continuamente y de tocar el piano bastante bien, era un lector compulsivo. Mi madre era pintora y me enseñó las obras maestras de los grandes pintores y aprovechaba los viajes para enseñarme las mejores pinacotecas. He podido dedicarme a la música y estoy muy contento de todo lo que he obtenido de ella. Poder combinar la literatura con la música e intentar su difusión me parece enormemente gratificante.

P: ¿Qué utilidad cree que puede tener su libro para un lector "normal"?
R: Nada en la cultura tiene una utilidad real pero, al mismo tiempo, la cultura es imprescindible para el desarrollo del ser humano y para la vertebración de nuestra sociedad. Este libro no puede ser una excepción. Al igual que cuando doy un concierto, intento que el lector se entretenga, en este caso pretendo que lo haga leyendo. Si el público que asiste a un concierto no se entretiene, deja de escuchar y no volverá a un auditorio. Por tanto, si un artículo aburre porque el tono no es ágil, porque no interesa, dejará de leer. Al mismo tiempo que se entretiene recibirá, casi sin darse cuenta, una formación. Con Allegro agitato el lector puede pasar ratos entretenidos al tiempo que aprende y conoce historias muy diversas relacionadas con la música, con los compositores, intérpretes, mecenas, instrumentos o, incluso, sobre la realidad de los músicos en nuestro país.

 

Todo sobre Allegro agitato en la web de M.A.R. Editor https://www.mareditor.com/narrativa/Allegro_agitato_Historias_de_musica_y_musicos.html

“Allegro agitato. Historias de música y músicos”, de Gabriel Lauret

 

Colección NARRATIVA nº 152
ISBN: 978-84-17433-93-2 

 190 páginas • PVP: 19,00 €

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Allegro Agitato. Historias de música y músicos recopila artículos de divulgación en la sección Allegro Agitato del diario La Opinión de Murcia y en el blog literario Las memorias de Dulcinea con el objetivo de acercar la música clásica a personas que no han tenido la posibilidad de conocerla.
            Con un tono distendido y usando un lenguaje fácil de entender para cualquier tipo de público, presenta historias variadas y amenas ofreciendo una visión muy personal del autor sobre el fenómeno musical. Los protagonistas son muy diversos: algunos de los mayores genios de la historia de la música clásica como Bach, Beethoven y Mozart, compositores que convivieron con ellos, como Telemann o Salieri, y también otros, no tan conocidos, que tuvieron vidas y obras apasionantes.
            Conoceremos las trayectorias de intérpretes, directores, cantantes y mecenas, y también la importancia de los propios instrumentos, o cómo situaciones vividas por el autor permiten una reflexión sobre el papel y la relevancia de los músicos en la sociedad actual. El lector se sorprenderá con alguna locura de Stockhausen; conocerá al otro Bernstein; se asombrará de cómo la música occidental llegó a países tan remotos como Japón o China. Y posiblemente sonría cuando descubra qué unió al genial pianista polaco Arthur Rubinstein con el compositor vasco Usandizaga y su zarzuela Las golondrinas.
Esta obra ha resultado ganadora de la IIª edición del Premio de Nuevo Periodismo de M.A.R. Editor.

 

GABRIEL LAURET

Nace en Cartagena. Reside en Murcia. Violinista y catedrático de Música de Cámara, músico profesional desde hace más de 30 años, comenzó a publicar artículos de divulgación en la sección Allegro Agitato del diario La Opinión de Murcia y en el blog literario Las memorias de Dulcinea con el objetivo de acercar la música clásica a personas que no han tenido la posibilidad de conocerla.
            La mayor parte de su actividad como intérprete está ligada al Cuarteto Saravasti (1997- 2023), con el que actuó en España, EE.UU., Portugal, Francia, Túnez y Japón. Ha realizado grabaciones para Radio Clásica y para Televisión Española como solista, director y con este cuarteto, con el que grabó además tres discos compactos.

            Es el ganador de la II edición del Premio de Nuevo Periodismo de M.A.R. Editor con Allegro Agitato. Historias de música y músicos.

 

Todo sobre el libro en la web de M.A.R.Editor https://www.mareditor.com/narrativa/Allegro_agitato_Historias_de_musica_y_musicos.html

Entrevista a José Antonio Molina por "Desventuras de don Quijote"

 


P: La historia de don Quijote es la piedra de toque de la cultura española y de la novela moderna, ¿cómo llega a las Desventuras de don Quijote?
Respuesta: Precisamente por su carácter fundacional la historia de don Quijote la disfruté desde niño cuando me la contaban o la veía por televisión, y más tarde como estudiante, cuando leí la novela del ingenioso hidalgo por primera vez, antes de cumplir los dieciocho. Al principio, encontré la obra divertida, humorística. Enseguida dejó de su carácter de obra patriótica o de gloria nacional. Para mí eso ha tenido poco sentido, ya que principalmente me pareció una obra fina, me hacía reír. Sin embargo, la encerré en su tiempo, en su época y ahí la dejé latente y en reposo mucho tiempo. Necesité que pasaran algunos años y que hiciera nuevas lecturas, que conociera mejor a Cervantes, para volver, como una especie de hijo pródigo, al mundo del manchego. Y entonces descubrí cosas más allá del humor o la comicidad de don Quijote. Había ironía, y había mucha sabiduría. Sabiduría de la vida y también sabiduría moral, superior, sobre el destino de hombres, mujeres, exiliados, expulsados, mozas de las ventas, y viejos locos. De repente esa obra hablaba con el corazón en la mano, y ponía su atención sobre los aspectos más problemáticas e importantes del existir. Me pareció un lugar hermoso al que volver.

P: ¿Qué van a encontrar los lectores en Desventuras de don Quijote?
R: La mejor manera de relacionarse con un libro que amamos es empezar a escribir sobre él inmediatamente después de cada párrafo. Por ello, los lectores darán, ante todo, con un diálogo permanente con la obra y con el autor. No ofrezco un ensayo ni una obra crítica, propongo un ensayo ficcionado, literalizado, en el que cualquier persona encontrará el valor universal y perenne de las palabras en un libro de época pasada, lejana, pero no muerta ni ajena

P: En Recientemente se ha adaptado al español moderno la obra de Cervantes, ¿qué valor tiene don Quijote en el S. XXI? ¿Sigue siendo una referencia válida?
R: Mi aproximación a don Quijote no es solo un homenaje a Cervantes (no lo necesita), sino también el intento hablar sobre esa grandeza que mencionaba antes, y también sobre el fracaso, como cuando ponemos nuestras esperanzas muy por encima de nuestro talento, o nuestra visión de la realidad viene a ser dolorosamente corregida por una lección amarga de la vida que nos convierte en objetos irrisorios ante los demás. En este sentido, y en otros muchos, es una obra poderosamente actual, inmortal. Para mí es indudable que Cervantes logra esa inmortalidad simplemente por el amor y cariño que ponía en sus personajes, hasta en los más viles, y que es absolutamente contagioso. Ese amor incondicional a la bondad humana es lo que yo también he querido poner de relieve.

P: Son incontables los libros sobre don Quijote, y si es la obra gigantesca que dicen, ¿por qué otro libro sobre él?
R: Es evidente que el nombre de don Quijote está unido al de Azorín o al de Unamuno. Eso no impide que otro escritor más se pare un momento bajo la sombra de árbol tan bello. Se escribe por amor a la escritura, por el gusto de contar y reelaborar historias, por seguir, en definitiva, el hermoso ejemplo de Cervantes, que leía mucho, “hasta los papeles que encontraba por las calles”, según decía él mismo. La lectura y la escritura son un acto de confianza en la humanidad, los temas jamás se agotan ante una corriente tan extraordinariamente vital como todo el universo que rodea a don Quijote.

P: El título sugiere una visión trágica o melancólica del Caballero de la Triste Figura.
R: Es cierto que la aproximación al don Quijote que propongo presupone su figura trágica, su condición de mártir, e incluso de víctima. En ese punto radica su inmortalidad, don Quijote es una obra que defiende la bondad, la justicia y la entrega, y exalta el valor de aquellos que pierden todo por hacer que el mundo corrija su natural maldad y fealdad para ajustarse a la nobleza del ideal. Los hechos son correctivos crueles y sarcásticos de tan nobles pretensiones, la vida es menos poética, pero no por ello la persona buena pierde un átomo de bondad, aunque sea tildada de demente. No hay locura sino grandeza

P: ¿Hay algún misterio sin resolver en don Quijote y que usted haya querido abordar?
R: Sin duda el misterio mayor es la muerte de Alonso Quijano y la desaparición de don Quijote. Es el magnum mysterium de la literatura. Frente a la opción de Avellanada, que deja al loco salir del manicomio para seguir su esperpéntico camino hasta desaparecer en tierras castellanas, Cervantes deja la puerta del enigma abierta de par en par. La muerte de don Quijote, la cuestión de si la locura lo abandona o no en el lecho de muerte, es el momento más misterioso que puede idear mente alguna y por eso me ha interesado especialmente a mí también, porque tiene una carga de revelación, de descubrimiento final del sentido y tesis de la obra.

Entrevista a Bernar Freiría: “Tratándose de un rey el ácido que más conviene no es el vitriolo, sino el agua regia, que disuelve incluso el oro”.


P: ¿De dónde surge la idea de escribir ese diario apócrifo?
Respuesta: Esta es una pregunta que se debería hacer a Ángel Montiel, que fue jefe de opinión del diario La Opinión en cuyas páginas se fue publicando por entregas este Diario Apócrifo. Algo de ello explica el propio Montiel en el prólogo. Se jacta de haber sido el artífice de que este diario exista. Admitamos que él haya sido el médium que ha conjurado el espíritu del emérito. Y ese espíritu es el que, de un modo u otro, ha dictado las páginas de este libro.

P: El libro tiene un claro tono irónico y, a ratos, sarcástico. ¿Le parece que el vitriolo es el humor que conviene al diario de una figura como la del rey Juan Carlos I?
R: Yo diría que, tratándose de un rey, el ácido que más conviene no es el vitriolo, sino el agua regia, que disuelve incluso el oro. No olvidemos que la corona de oro del rey emérito se disolvió como un azucarillo en el agua. Creo que el humor ácido era insoslayable en un tema como el que se desarrolla en este libro.

P: Sin embargo, este diario también parece reivindicar los logros de Juan Carlos I en la Transición
R: Es normal que él quiera reivindicar su persona y lo que él considera que ha hecho por el país. Si se quiere ser fiel a su pensamiento, esa reivindicación tiene que aparecer en su diario. No se puede olvidar que un diario recoge lo que el que lo escribe piensa de sí mismo y su análisis de las circunstancias que ha vivido. Este es el diario de un rey que está o se siente en el exilio y que juzga injusta esa situación contra la que se rebela. Es normal que quiera rehabilitar su figura cuando ve que está siendo denostada.

P: Pero usted, que es el que firma el libro, ¿se considera monárquico o, al menos, juancarlista?
R: Permítame que le responda que como firmante del libro ni soy monárquico ni dejo de serlo. Para poder estampar mi firma al pie de este libro he tenido que tomar distancia con el emérito. Y desde esa distancia, no puedo estar ni a favor ni en contra del personaje. Ni siquiera con relación a la monarquía puedo tener posición. Otra cosa es el ciudadano Bernar Freiría. Pero lo que este ciudadano piense no tiene ninguna importancia. El que se justifica y el que analiza su trayectoria es el rey emérito. Es su pensamiento, son sus sensaciones y su visión lo que aparece en las páginas de este diario

P: Pero hay momentos en que se roza el esperpento…
R: No hay nada más español que el esperpento que tan bien reflejó Valle Inclán y un rey español no puede evitar el esperpento, y Juan Carlos es español hasta la médula. De modo que, por fuerza, su figura también ha de tener rasgos esperpénticos. La desmesura también es un atributo regio. Para lo bueno y para lo malo. En ese sentido yo diría que el emérito es mucho más español que su hijo, el rey actual.

P: Ya que lo menciona, ¿cuál cree que puede ser la reacción de la Casa Real a la publicación de este diario?
R: Pues la verdad es que no he pensado en ningún momento en la actual Casa Real. La única que me ha interesado a la hora de darle forma a estas memorias es la que encabezaba Juan Carlos I. Supongo que en la Casa Real serán conscientes de la forma de ser, pensar y actuar del anterior Jefe del Estado. Y eso es lo que aquí aparece reflejado.

P: ¿Ha tenido que documentarse mucho —demos por buena la versión del prólogo de Montiel— para dar forma a estas memorias?
R: Tanto el emérito como yo gozamos de buena memoria. En mi caso esta memoria va acompañada, como suelo hacer, de una rigurosa documentación, sí.

P: Muchos de los que ya han leído estas memorias dicen que en el transcurso de la lectura les parecía estar escuchando la voz del mismísimo Juan Carlos.

R: Bueno, si eso es cierto, significará que he sido fiel a quien debía serlo y que me ha hablado ese espíritu que hemos mencionado al principio de esta entrevista.

Todo sobre el Diario apócrifo del rey emérito en la web de M.A.R. Editor

https://www.mareditor.com/narrativa/Diario_apocrifo_del_rey_emerito.html  

“El verano de tu vida”, prólogo de Miguel Ángel de Rus


Cuando pensamos en novelas relacionadas con el verano, sea de forma literal, o metafórica, nos vienen a la cabeza autores como Cesare Pavese, Fernando Fernán Gómez, Gabriel García Márquez, Thomas Mann, Françoise Sagan, Albert Camus, Rafael Sánchez Ferlosio, Marguerite Duras, Haruki Murakami, Patricia Highsmith, Siri Hustvedt, J.M. Coetze, William Shakespeare, o en el estío de Valle-Inclán, entre otros muchos escritores que han iluminado nuestras horas de lectura. Sin duda, el verano inspira a las mejores mentes.


Cada historia sobre el verano tiene recuerdos de infancia y adolescencia, de primeros amores y primeros desengaños, de aventuras, a veces de historias con final feliz y, en otros casos, historias terribles, porque los calores del estío incitan las pasiones, tanto las amorosas como las más terribles, vengativas y destructivas. El solsticio de verano, al menos en el hemisferio norte, incita al cambio, a la renovación, a quemar lo viejo y a revivir. Lo peor de lo pasado muere y los dioses antiguos nos insuflan nuevos deseos y esperanzas. Por ello hemos reunido a un generoso grupo de autores para que nos cuenten sus historias, las compartan con nosotros y sepamos cómo fueron sus amores frustrados, sus viajes, las muertes que vivieron y también las ilusiones que les hicieron vivir.

Hemos reunido en este volumen relatos y una poesía final de: Gustavo Martín Garzo, Jesús Salviejo, Bernar Freiría, Andreu Martín, Pascal Buniet, Eduardo Bastos, José María Merino, Samuel Marina Franco, Javier de la Cruz, Andrés Trapiello, Manuel Cortés Blanco, José Ignacio García, Amira Avil, Joaquín Leguina, David Acebes Sampedro, Tomás Pérez Sánchez, Rafael Guerrero, Francisco Nieva, Enrique Pérez Balsa, Fernando Alonso Barahona, Antonio Miguel Morales, Luis Mateo Díez, Teresa Iturriaga Osa, Juan Gil Palao, Irel Faustina Bermejo, Laura Garrido Barrera, Juan Pedro Aparicio, Eugenia Kléber, Ángela Martín del Burgo, Sonia Yáñez Calvo, Javier Hernández Velázquez, Fernando Savater, Pablo Vázquez Pérez, José Antonio Martín Viñas, Marcos Giralt Torrente, María Luisa de León, Elena Puchalt Ruiz, Lucía Collini, Luis Alberto de Cuenca y del responsable de esta edición, Miguel Ángel de Rus.


Como se puede ver, participan una buena parte de los autores más importantes de las últimas décadas junto a autores de obra sólida, quizá menos conocidos en el momento de aparecer en esta edición, pero quién sabe en unas décadas. Todos ellos han pretendido contarnos historias veraniegas, algunos desde la confidencia de hechos reales, otros desde la falsa autobiografía, y no faltan quienes han fabulado sin más límite que su humor.

Todos nos hemos puesto bajo la protección mitológica de la griega Theros, sinónimo de verano, quien era representada como una mujer joven, generalmente con sus hermanas, que llevaba una corona de espigas de trigo, representando al verano como época de cosecha. Habrá quien se haya puesto bajo la protección de la romana Aestas. Aunque sin duda habrá quien haya pensado en la mitología celta y esa deidad llamada Dana a la que asocian al sol y denominan como la Diosa del Verano, identificada con colores como el rojo, el naranja o el dorado.

El verano de tu vida te propone vivir los veranos de otras personas y quizá rememorar aquel verano aún te hace soñar. Pasen y lean.

 Todo la información sobre El verano de tu vida en la web de M.A.R. Editor

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Entrevista a Pablo Martín Carbajal por “Yo no seré la implorante”



Pregunta.- En Tú eresazul cobalto tu protagonista se inspira en Frida Kahlo; ahora, en Yo no seré la implorante el personaje inspirador es la escultora Camille Claudel. ¿Por qué estas influencias?

R.- Con Frida Kahlo yo quería contar cómo una mujer de su época, a través de su vida y su arte, podía inspirar a una mujer de hoy en día. Cuando me planteo realizar esta segunda novela con la historia de Mila enseguida me viene a la mente que ella también se pudo haber inspirado en una artista, en este caso en Camille Claudel. Mujeres que lucharon por ser como ellas querían ser y no fueron reconocidas en vida como se merecían, su lucha también es la lucha de muchas mujeres hoy, no sólo en el arte (que se lo pregunten a las Guerrilla Girls) sino también en la vida; y lo que a mí me interesa es cómo el arte, que es reflejo de la vida, no es algo inútil, sino que influye en la realidad, influye en el pensamiento, en la vida y en el pensamiento de Dori y Mila, las protagonistas de las dos novelas.

 

P.- Camille Claudel fue una gran escultora que vio empeñada su vida por el amor imposible con Rodin. Eso influyó muy directamente en su salud mental. ¿Podemos hacer paralelismos?
R.- La historia de Camille es la historia de un drama afectado por muchas connotaciones, el amor por Rodin, el desamor por Rodin, intentar ser reconocida como escultora, y ser acusada de que copiaba a su amor, a su desamor. Tiene todos los ingredientes para bajar a los infiernos, lo interesante de todo eso no es cuando se baja, que también, sino el intento por salir de él, por reconstruirse y regresar.

 

P.- En ambas novelas las protagonistas son mujeres que se buscan a sí mismas. ¿Es un reflejo de una cierta época o es algo válido para todos los tiempos?
R.- Las novelas tratan de personajes que intentan encontrarse a sí mismas, de ser coherente consigo mismas, a mí juicio esto es más interesante de contar desde el punto de vista de una mujer, porque ellas suelen partir en situación de desventaja frente a los hombres en algunos aspectos, a veces tienen que luchar más para conseguir los mismos logros. Lo era antes, en la época de Camille, de Frida, y pese a que muchas cosas han cambiado (en algunos países solo), es algo que sigue sucediendo.

 

P.- Mila vive intensamente la Movida madrileña. ¿Cómo reflejas aquellos años?
R.- Espero que como fueron, años de querer romper cadenas, años de mucha libertad y de muchas expresividad cultural, años en los que se creía que la cultura podía cambiar las cosas.

 

P.- ¿Es no sólo el relato del cambio existencial de la mujer sino también un fresco de aquella época quizás en comparación con otras épocas?
R.- Creo que este que mencionas es uno de los temas de la novela. El cambio social que se produce en los 70, en los 80, en los 90, y cómo esos cambios influyen en la personalidad y planteamiento vital de los protagonistas. Sí, desde luego, es algo que me interesa mucho por experiencia propia, por ser consciente del cambio de prioridades de una generación a otra, y creo que deja la puerta abierta a otra nueva historia, quizás a una trilogía, con los planteamientos de otra nueva generación.

P.-Creo que tuviste largas conversaciones con algún protagonista de la Movida? ¿Te hizo replantearte algo de tu libro?
R.- Sí, cuando la novela estaba ya casi terminada, tuve la oportunidad de dialogar con Patacho, quien fuera guitarrista de Glutamato Yeye, y con Ramón García del Pomar, quien fuera programador de la sala Rock Ola, que está muy presente en la novela. Fueron conversaciones emocionantes porque los dos fueron capaces de transmitirme la emoción de aquella época que ellos vivieron de primera mano. No me replanteé nada del libro porque yo ya había estudiado la época, pero sí me dieron mucha información que me permitieron precisar y añadir algunos aspectos y completar mejor la ambientación. Disfruté mucho de la conversación con los dos, y les estoy muy agradecidos, porque sin conocerme de nada, me atendieron de maravilla. Fueron dos de esas grandes experiencias que te regala el periodo de construcción de la novela, dos experiencias que suponen un enriquecimiento literario, pero también vital, para el escritor y para la persona.

 


P.-Es una obra con mucha documentación sobre varias etapas históricas. También tiene una cierta orientación filosófica ¿Ha sido para ti un proceso de aprendizaje?

R.- Sí, absolutamente, ha sido todo un proceso de aprendizaje personal, estoy muy contento por ello, también por esas reflexiones filosóficas que aparecen de vez en cuando, que me ha llevado a conocer a unos cuantos filósofos y filosofas en temas muy concretos y muy aplicables a la trama. Creo que he crecido, no sé si como persona, pero sí en conocimiento, y también en la manera que observar y comprender el mundo. Es precisamente por eso por lo que escribimos, por observarnos y comprendernos.

 

P.-¿Se puede sacar alguna enseñanza de la lectura de tu novela sobre el cambio vital de las mujeres en las últimas décadas?
R.- No sé si alguna enseñanza, para el escritor es un éxito que provoque, al menos, la reflexión. Me encantaría que fuesen las lectoras y los lectores quienes respondiesen a esa pregunta.

Todo sobre Yo no seré la implorante en la web de M.A.R. Editor

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