
Me interesan mucho las mujeres desde el
punto de vista literario. No creo que hayan faltado en la literatura, porque
desde el siglo XIX se ha hecho mucha introspección en lo femenino. Pero sí que
ha habido más incorporación de la mujer a la literatura en el siglo XX.
Mis valores y mi vocación vienen de mi formación personal, porque mi madre y mi abuela las dos eran maestras que participaban de la ideología del Instituto Libre de Enseñanza, una institución que nación a finales del siglo XIX con idea de renovar la educación en España, y luego mi madre fue maestra en la República, que fue un momento en que se dio un gran impulso a la educación con un matiz mucho más europeísta y se pretendía adelantar mucho la educación en el país, pero la etapa fue muy breve y no se logró.
En todo lugar en el que se convive se crea un fondo común, todos tienen sus propias historias y van surgiendo. En la vida siempre hay dramas escondidos y poco a poco aparecen. En mi novela, las mujeres van contando sus problemas. Quizá la mujer tiene más facilidad para mostrar su interior, porque el hombre tiene las mismas crisis, pero es más reacio a contarlas.
Mis valores y mi vocación vienen de mi formación personal, porque mi madre y mi abuela las dos eran maestras que participaban de la ideología del Instituto Libre de Enseñanza, una institución que nación a finales del siglo XIX con idea de renovar la educación en España, y luego mi madre fue maestra en la República, que fue un momento en que se dio un gran impulso a la educación con un matiz mucho más europeísta y se pretendía adelantar mucho la educación en el país, pero la etapa fue muy breve y no se logró.
En todo lugar en el que se convive se crea un fondo común, todos tienen sus propias historias y van surgiendo. En la vida siempre hay dramas escondidos y poco a poco aparecen. En mi novela, las mujeres van contando sus problemas. Quizá la mujer tiene más facilidad para mostrar su interior, porque el hombre tiene las mismas crisis, pero es más reacio a contarlas.

No hay que confundir literatura masculina y literatura femenina como opuestas o muy diferentes. Yo sólo distingo entre literatura buena y mala.
Antes de que muriera Franco, ya había empezado a cambiar la sociedad, ya que los cambios sociales van siempre por delante de los políticos. En los años sesenta, la gente cambió en muchos aspectos en España, y ya se respiraba el ansia de libertad, que se reflejaba en la literatura. Pero hasta los años setenta, los cambios no son oficiales, y uno de los principales problemas es el uso de la libertad en todos los sentidos.