3.7.23

Entrevista a José María Merino: “La desmemoria es una forma de extrañeza que te permite ver las cosas de una forma diferente”

 


P.- El origen de El cuento perdido es que sueñas un cuento perfecto y te pones a buscarlo. Hallas 10 cuentos y escribes otros cinco al buscar esa perfección. Chuan Tzu soñó que era una mariposa y cuando despertó no supo si era Chuan Tzu que había soñando ser una mariposa o una mariposa que estaba soñando ser Chuan Tzu. ¿Eres tú el que crea los cuentos o los cuentos te crean a ti?
Respuesta.- Yo creo que es una aventura recíproca. Yo busco al cuento, pero el cuento me busca también a mí, sin duda. Si hay suerte, se produce el encuentro; si no, el encontronazo... Y a veces, al salir del ensimismamiento, tropiezo con un texto deleznable, que tengo que eliminar.

P.- ¿Se puede decir que Merino se desdobla en estos relatos en varios papeles: autor, soñador, buscador y que en el fondo se está contando los cuentos a sí mismo? ¿Es mejor vivir o soñar esas historias?
R.- Precisamente esta temporada estoy escribiendo sobre dobles, que es un tema que siempre me anda buscando... Pero es cierto que el primer receptor de los cuentos es quien los escribe. Los cuentos son producto de esa realidad paralela que se llama ficción, que nos envuelve aparentemente sin orden, hasta que nos damos cuenta de sus innumerables sentidos. A mi me encanta tener la suerte descubrir alguno de ellos.

P.- Afirmas en el libro que cada vez tienes menos memoria: ¿Eso ayuda a ser feliz?
R.- Primero habría que determinar con una mínima precisión qué es eso de la felicidad. Pero lo cierto es que la desmemoria es una forma de extrañeza, que te permite ver las cosas de manera diferente, con otras perspectivas que pueden sorprenderte de un modo no necesariamente infausto. Pero voy a releer tu pregunta, que a estas alturas no me acuerdo ya de ella. Si no cambio nada, es que no tengo más que decir.

P.- Trama, personajes, atmósfera, voz del narrador ¿Qué es más importante en estos relatos?
R.- ¿Qué, quién, dónde, cómo? Todo tiene la misma importancia, y yo añadiría el cuándo, aunque reconozco que no es imprescindible...Pero ¿es posible llevar a cabo un cuento sin esos otros elementos?

P.-En muchas ocasiones presentas en tus relatos los hechos desde el elemento fantástico y no desde el mundo empírico. ¿Predomina en este libro imaginación o realidad?
R.- El profesor Souto, por el que siento un gran respeto, ha dicho que “La realidad no necesita ser verosímil”, y yo creo que es una verdad contundente, pienso que en este libro se mezclan las distintas miradas con bastante verosimilitud, y con ello me siento satisfecho...

P.-Los escritores leoneses tenéis una marcada tradición oral que ha influido en muchos casos en vuestras obras y en la de los escritores que os han seguido. ¿Sientes a veces que más que escribir un cuento se lo estás contando a un oyente?
R.- ¡Pero si eso es lo que intento hacer, que mis cuentos tengan aire de filandón! Pero eso no se consigue con la forma material, sino con el espíritu impalpable, y lo cierto es que es muy difícil...Por si acaso, al terminar la escritura de cada uno de ellos se lo leo a mi mujer, y su forma de recibirlo me resulta muy valiosa.

P.-En una reciente entrevista dijiste “Estamos estupidizando a la gente: el Gobierno quiere que volvamos a la Edad Media”. Danos algunas ideas para no caer en esa estupidez. ¿Cómo recuperar la mente perdida?
R.- No olvidar los libros, leer en papel -como se dice- ; procurar encontrarnos “presencialmente”-como también se dice- para hablar de vez en cuando, y no creer en la mayoría de las cosas que se nos cuentan como verdades seguras...No sé si con eso recuperaremos la mente perdida, pero acaso seguiremos manteniendo algo de ella, antes de que nos la sustituya definitivamente la Inteligencia Artificial...

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