P.- ¿Qué evolución como escritora ha tenido Eugenia Kléber desde que ganó el Premio Tusquets de Nuevos Narradores hasta Aquí hubo siempre mucho amor?
R.- Mi primera novela, 'Algo se ha roto', la escribí durante un verano en una especie de fiebre y en un momento muy complicado de mi vida. Alguien me convenció de que la presentara a ese premio y lo hice. Cuando gané, el síndrome de la impostora me acompañó mucho tiempo. Elegí continuar escribiendo a mi ritmo y sin calendarios editoriales y hasta mi siguiente novela pasaron años, lo que no quiere decir que no escribiera. Era profesora de guión cinematográfico, escribía guiones y tenía mi rincón literario privado. En él sigo, con menos síndrome y mucho más disfrute.
P.- Las mujeres suelen ser las protagonistas de tus relatos, en
situaciones de tensión. ¿Hay autobiografía análisis del entorno, o son temas de
pura ficción?
R.- Este es mi tercer libro de relatos y diría que el más relacionado con mis
recuerdos familiares, la infancia y la adolescencia miradas con mayor sosiego,
casi objetivamente, algo que hace años no hubiera podido hacer. También hay
mucho de ficción, obviamente, porque se trata de una reelaboración, no es un
diario personal.
P.- Niñas, adolescentes y adultas están enmarcadas en entornos
opresivos. ¿Es una análisis sobre la sociedad de nuestro tiempo?
R.- Sobre la sociedad de ahora y de antes, ya que por desgracia hay algunas
cosas que no han cambiado o han cambiado muy poco. Queda mucho por hacer. El
tema de la opresión, la tensión emocional, el dolor interior en determinados
personajes femeninos me ha tocado muy de cerca desde pequeña.
P.- ¿Crees que los lectores se van a sentir identificados con ese mundo
inestable en el que nos vemos obligados a vivir y que reflejas en tu obra?
R.- Yo creo que sí, porque son relatos muy diferentes que plantean un abanico
de situaciones y de formas de afrontar la vida, las relaciones sentimentales,
los sueños y a veces la frustración, abriendo una puerta a la capacidad
individual a través de la imaginación como un arma poderosa para conocerse y
conocer.
P.- En los últimos años ha estado muy centrada en la creación teatral,
con obras como "Indemnes”, “Lucy N.","Dieciséis pasos al oeste”,
“Los ausentes", “Carne de tu carne" , o la reciente obra "La
exuberancia del ave abatida". ¿Qué diferencias hay para el escritor al
decantarse por un género u otro?
R.- Es cierto, desde 2019 me he dedicado casi exclusivamente a escribir obras
teatrales. Fue a finales del año pasado cuando empecé a trabajar, en paralelo,
en el libro de cuentos 'Aquí hubo siempre mucho amor'. Son procesos diferentes,
no me siento a escribir con la intención a priori de que sea un texto teatral o
un relato, digamos que va surgiendo a partir del núcleo que da la chispa de
salida a la escritura: una imagen, un personaje, una frase, un recuerdo que
vuelve del fondo de la mente...
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