15.12.21

Entrevista a Salvador Robles: “Ofrecemos al lector centenares de ventanas desde las que contemplar el mundo”


P.-¿Cómo surgió la idea de un libro tan atípico, por su variopinto contenido, y escrito por dos autores?

R.-Tengo una profunda relación de amistad con Mariaje López. Pese a la distancia -ella vive en Madrid, yo en Bilbao-, hemos hablado a menudo durante los últimos años, también nos hemos visto en varias ocasiones, en una y otra localidad. Un día, sin ni siquiera haberlo pensado antes, le solté yo a ella: “Tenemos que escribir un libro juntos”. “¿Por qué no?”, añadió ella. Así se concibió “Un encuentro interminable”, en una conversación telefónica.

 

P.-Y luego la criatura creció…

R.-Sí, escribíamos textos y, una vez que les dábamos forma, se los mandábamos al otro para que diese su visto bueno. Este proceso, a causa de la pandemia, se prolongó durante casi dos años. Cuando leímos y releímos la obra en su conjunto y estuvimos satisfechos de nuestro trabajo, una vez que MAR Editor nos dio su bendición, decidimos que era el momento de que el libro saliera al encuentro del lector… “Un encuentro interminable”.  Eso sí, antes decidimos que no diferenciaríamos los textos, o lo que es lo mismo, el lector no sabría quién de los dos autores había escrito lo que estaba leyendo. En definitiva, que Mariaje y Salvador asumían la autoría de todo el contenido de la obra. 

           

P.-El libro incluye cuentos, relatos, microcuentos, reflexiones, aforismos…

R.-Es un homenaje a la literatura, a la pasión de leer y escribir. Ofrecemos al lector centenares de ventanas desde las que contemplar el mundo, o sea, centenares de ventanas para enriquecer su percepción, su sensibilidad y su empatía.

           

P.-“Un encuentro interminable” está recibiendo el apoyo entusiasta de los lectores.

R.-A Mariaje y a mí nos llena de orgullo que muchos lectores, sin encomendarse ni a   Mariaje ni a Salvador, consideren a Un encuentro interminable uno de sus libros de cabecera.

 

P.-¿Habrá otra obra a dúo con Mariaje López?

R.-En principio, no, pero la literatura, como la vida, además de mágica, es imprevisible. Quién sabe. Quizá dentro de un tiempo, en una conversación telefónica, uno de los dos, espontáneamente, le diga al otro: “¿Escribimos otro libro a cuatro manos?” “¿Por qué no?”