Colección NARRATIVA nº 88
ISBN: 978-84-17433-25-3 •
184 páginas • PVP: 15,00 €
Nos encontramos ante un cambio de paradigma social y cultural, y los robots,
inicialmente destinados al mundo industrial y mecánico, ahora son fabricados
para combatir la soledad, incluso para funcionar como un sucedáneo del sexo o
del amor.
Pieles de tacto suave que conducen al engaño, formas sugerentes, ojos y cabellos al gusto del consumidor y gran capacidad para relacionarse, convierten al androide moderno en un sueño para aquellas personas necesitadas de contacto humano.
El amor entre los hombres y los seres artificiales es tan antiguo como la especie. Cuenta Ovidio en su Metamorfosis que Pigmalión se enamoró de una estatua que había creado con blanco marfil. A finales del S.XIX Villiers de l’Isle-Adam escribióLa Eva
futura, donde un hombre se enamora de una mujer artificial. El amor se desplaza
a su propia parcela de artificialidad porque ya lo más importante no es la
realidad, sino lo percibido como real. Potentes empresas pugnan por crear la
robot, y el robot, más sexy y complaciente. Algunas de ellas incluso han
comprendido que deben sofisticarlo para durar en la salud y la enfermedad, la
riqueza y la pobreza. Los relatos aquí reunidos tratan de máquinas hechas para
el amor, de obsesiones, de robots sexuales e incluso de la posibilidad de procrear
con androides casi perfectas. Comprendemos que hay otras formas de amar al leer
los textos de María Zaragoza, Félix Díaz, Teresa Iturriaga Osa, Toñy Riquelme,
Francisco Legaz, Francisco Javier Illán Vivas, Margarita Wanceulen, Sara
Sánchez Rivas, David Acebes, Ana Zarzuelo, Enrique Pérez Balsa, Antonio M.
Morales, Klaus S. Neumann, Pedro Diego Gil López, Patricia Haro, Aina Rotger,
Pedro Amorós, Pedro Pujante y Miguel Ángel de Rus.
Viajamos a futuros oscuros, extraños o divertidos, futuros muy cercanos en los que se fabricarán compañeros a medida de nuestras obsesiones y necesidades, ya sea para el sexo o para llevar una confortable vida conyugal.
Pieles de tacto suave que conducen al engaño, formas sugerentes, ojos y cabellos al gusto del consumidor y gran capacidad para relacionarse, convierten al androide moderno en un sueño para aquellas personas necesitadas de contacto humano.
El amor entre los hombres y los seres artificiales es tan antiguo como la especie. Cuenta Ovidio en su Metamorfosis que Pigmalión se enamoró de una estatua que había creado con blanco marfil. A finales del S.XIX Villiers de l’Isle-Adam escribió
Viajamos a futuros oscuros, extraños o divertidos, futuros muy cercanos en los que se fabricarán compañeros a medida de nuestras obsesiones y necesidades, ya sea para el sexo o para llevar una confortable vida conyugal.
M.A.R. Editor ha reunido textos de
destacados autores contemporáneos en este volumen de relatos sobre el amor
y sexo entre humanos y robots. Entre la humanidad y la artificialidad. La
edición literaria de Sexo robótico para M.A.R. Editor ha corrido a
cargo de Pedro Pujante. Los relatos publicados en el libro pertenecen a los
siguientes autores: María Zaragoza, Félix Díaz, Teresa Iturriaga Osa, Toñy
Riquelme, Francisco Legaz, Francisco Javier Illán Vivas, Margarita Wanceulen,
Sara Sánchez Rivas, David Acebes, Ana Zarzuelo, Enrique Pérez Balsa, Antonio M.
Morales, Klaus S. Neumann, Pedro Diego Gil López, Patricia Haro, Aina Rotger,
Pedro Amorós, Pedro Pujante y Miguel Ángel de Rus.
Son historias fantásticas y de ciencia ficción, pero ancladas en nuestra realidad. Mundos que se parecen al nuestro en los que el amor entre el hombre y la máquina ya se está consumando. Es una propuesta literaria atrevida sobre un futuro quizá demasiado cercano.
Son historias fantásticas y de ciencia ficción, pero ancladas en nuestra realidad. Mundos que se parecen al nuestro en los que el amor entre el hombre y la máquina ya se está consumando. Es una propuesta literaria atrevida sobre un futuro quizá demasiado cercano.
Hablan los autores
Sobre el libro afirma el escritor y editor literario Pedro Pujante: “M.A.R. Editor me propuso preparar esta antología porque están muy interesados en el tema de la vida artificial. Ya en la literatura clásica lo trataron autores como Ovidio o Villiers, de quien la editorial acaba de editar La Eva futura, una obra magistral sobre el tema, y querían profundizar en el concepto. Y en verdad es algo muy actual, porque millones de personas enamoradas, en la distancia, de imágenes reproducidas en revistas, cuadros famosos, fotogramas que emulan la figura de Irina Shayk o Rita Hayworth. Pigmaliones de luz que la pantalla del televisor ha esculpido en la soledad de nuestro salón. Enamorados de seres irreales. Ocurre a diario. Amamos a seres artificiales con el rostro de bellezas imposibles. En el cine Berlanga, en Tamaño natural, ya ensayó este subgénero de romance artificial, pero añadiendo sus dosis de humor, ironía y crítica social. En otra película, Lars and the real girl, la soledad y el aislamiento impulsan a su excéntrico protagonista a contraer una relación plastificada con una muñeca. Así pues, queríamos afrontar desde la literatura nuevas formas de ver el sexo robótico, incluso el amor y la procreación, porque quizá nos acerquemos a un futuro en el que nos convirtamos en posthumanos. Cada autor muestra su visión de este tema con un resultado divertido, ácido y creo que muy interesante”.
El escritor Miguel Ángel de Rus es el que va más allá en el proceso de transhumanización: “Ya hay úteros artificiales y robots que tienen funciones de incubadora, con sensores que graban los datos de temperatura del bebé, pulsaciones, que informan de todas sus necesidades y con las condiciones adecuadas para que se cubran esas necesidades. Ya que hay una industria de robots creados para el sexo, no es de descartar que pronto se creen robots –si no los hay ya– a los que se implante un óvulo fecundado que será desarrollado en un útero artificial dentro del robot. Así ese robot dará compañía, amor, sexo e incluso tendrá hijos. Puede resultar agradable o no, pero es hacia donde va la ciencia. En lugar de usar vientres de alquiler de mujeres pobres, usar la tecnología”.
María Zaragoza afirma sobre su relato El peso del amor habla de las particularidades que nos hacen únicos en un mundo que busca hacernos cada vez más indistinguibles, más homogéneos, sin matices. Esos matices, por más que quieran eliminarlos, seguirán existiendo; seguirá habiendo un porcentaje de nosotros que será sólo nuestro aunque nadie más lo vea. El relato planeta si sería posible que las inteligencias artificiales desarrollasen también ese pequeño porcentaje único, lo que otros llamarían alma.
Para el vallisoletano David Acebes: “No hay nada más chic que hacer el amor con un chip. O al menos eso creen los autores que Pedro Pujante ha seleccionado para la nueva antología de M.A.R. Editor. Encabezados por María Zaragoza, en Sexo Robótico podemos encontrar algo así como una versión literaria de la mítica serie Black Mirror, una colección de diecinueve relatos, originales e independientes entre sí, que nos proponen sin embargo visiones afines de una realidad que amenaza con ser distópica y poshumana”. La autora residente en Palencia Aína Rotger, ve con una cierta ironía el sexo robótico: “Ya hay máquinas para dar placer sexual a las personas. El sexo robótico es la evolución del satisfyer”. Y así ve el amor que viene el palentino Asier Aparicio: “Hay gente para la que el futuro es sex, drugs & Robocop”.
Sobre el libro afirma el escritor y editor literario Pedro Pujante: “M.A.R. Editor me propuso preparar esta antología porque están muy interesados en el tema de la vida artificial. Ya en la literatura clásica lo trataron autores como Ovidio o Villiers, de quien la editorial acaba de editar La Eva futura, una obra magistral sobre el tema, y querían profundizar en el concepto. Y en verdad es algo muy actual, porque millones de personas enamoradas, en la distancia, de imágenes reproducidas en revistas, cuadros famosos, fotogramas que emulan la figura de Irina Shayk o Rita Hayworth. Pigmaliones de luz que la pantalla del televisor ha esculpido en la soledad de nuestro salón. Enamorados de seres irreales. Ocurre a diario. Amamos a seres artificiales con el rostro de bellezas imposibles. En el cine Berlanga, en Tamaño natural, ya ensayó este subgénero de romance artificial, pero añadiendo sus dosis de humor, ironía y crítica social. En otra película, Lars and the real girl, la soledad y el aislamiento impulsan a su excéntrico protagonista a contraer una relación plastificada con una muñeca. Así pues, queríamos afrontar desde la literatura nuevas formas de ver el sexo robótico, incluso el amor y la procreación, porque quizá nos acerquemos a un futuro en el que nos convirtamos en posthumanos. Cada autor muestra su visión de este tema con un resultado divertido, ácido y creo que muy interesante”.
El escritor Miguel Ángel de Rus es el que va más allá en el proceso de transhumanización: “Ya hay úteros artificiales y robots que tienen funciones de incubadora, con sensores que graban los datos de temperatura del bebé, pulsaciones, que informan de todas sus necesidades y con las condiciones adecuadas para que se cubran esas necesidades. Ya que hay una industria de robots creados para el sexo, no es de descartar que pronto se creen robots –si no los hay ya– a los que se implante un óvulo fecundado que será desarrollado en un útero artificial dentro del robot. Así ese robot dará compañía, amor, sexo e incluso tendrá hijos. Puede resultar agradable o no, pero es hacia donde va la ciencia. En lugar de usar vientres de alquiler de mujeres pobres, usar la tecnología”.
María Zaragoza afirma sobre su relato El peso del amor habla de las particularidades que nos hacen únicos en un mundo que busca hacernos cada vez más indistinguibles, más homogéneos, sin matices. Esos matices, por más que quieran eliminarlos, seguirán existiendo; seguirá habiendo un porcentaje de nosotros que será sólo nuestro aunque nadie más lo vea. El relato planeta si sería posible que las inteligencias artificiales desarrollasen también ese pequeño porcentaje único, lo que otros llamarían alma.
Para el vallisoletano David Acebes: “No hay nada más chic que hacer el amor con un chip. O al menos eso creen los autores que Pedro Pujante ha seleccionado para la nueva antología de M.A.R. Editor. Encabezados por María Zaragoza, en Sexo Robótico podemos encontrar algo así como una versión literaria de la mítica serie Black Mirror, una colección de diecinueve relatos, originales e independientes entre sí, que nos proponen sin embargo visiones afines de una realidad que amenaza con ser distópica y poshumana”. La autora residente en Palencia Aína Rotger, ve con una cierta ironía el sexo robótico: “Ya hay máquinas para dar placer sexual a las personas. El sexo robótico es la evolución del satisfyer”. Y así ve el amor que viene el palentino Asier Aparicio: “Hay gente para la que el futuro es sex, drugs & Robocop”.
Comprar en http://www.edicionesirreverenteslibreria.com/epages/ea9759.sf/es_ES/undefined?ObjectID=117972973
En la web de M.A.R. Editor http://www.mareditor.com/narrativa/sexo_robotico.html
Presentación de Sexo Robótico en Murcia, con Juan Gil Palao, Francisco Javier
Illán Vivas, Pero Pujante y Pedro Diego Gil López
Presentación en la librería Margen, de Valladolid, de Sexo Robótico con Aina
Rotger, María Ángeles Paniagua y David Acebes
Presentación en Cieza de Sexo Robótico con Francisco Javier Illán Vivas, Toñy
Riquelme, Pe
dro Pujante, Pedro Diego Gil López y Juan Gil Palao.
Presentación de Sexo Robótico en la librería Ateneo, de Palencia, con Asier
Aparicio, Aína Rotger y Acebes