13.11.20

Julio César Izquierdo: “Estamos ante una nueva forma de entender y exclamar lo que significa y tiene el románico de nuestras tierras”


Pregunta.- ¿Cómo te has sentido participando con un relato y prologando esta publicación?

R.- Pues la verdad, ha sido un auténtico placer. Tuve la oportunidad de leer con detenimiento todos y cada uno de los cuentos, relatos y reflexiones de los autores antes de su publicación para elaborar el prólogo. Y sentía que estábamos ante una nueva forma de entender y exclamar lo que significa y tiene el románico de nuestra tierra y de otros pagos.


P.- ¿Puedes profundizar en ello?
R.-Quiero decir que el Románico, de natural, ya tiene su inmensa riqueza artística y patrimonial, pero aquí, en la antología, he sentido que las piedras tenían vida. Han nacido o renacido leyendas, vivencias, experiencias reales o imaginadas. Los escritores han querido dejar una huella propia, dando un sentido a las palabras que van a sorprender al lector.


P.- ¿Es también una antología sobre lo rural y Castilla?
R.- Pues probablemente sí. No me cabe ninguna duda. Se deja entrever un trasfondo que habla de la “España Poco Habitada”, pero que no está exenta de vida. Las ermitas y las iglesias llevan ahí desde tiempos inmemoriales, formando parte del paisaje y del paisanaje. Cómo interpreta cada uno su presencia es lo que da sentido a toda la antología. Entrelazar historias con la disculpa de lo Románico no deja de ser un ejercicio de responsabilidad. O si se prefiere, una forma de “vender” y promocionar lo mucho y bueno que tienen las tierras castellanas de interior, por citar un ejemplo.


P.- Arte, patrimonio, vivencias... ¿Con algunas conclusiones claras?
R.- En esta vida nada es ni blanco ni negro. Pero sus páginas nacen en un momento diferente. Se fraguan en pleno confinamiento y empiezan a viajar en un momento complicado, entre repuntes y toques de queda. Yo creo, sinceramente, que el elenco de autores han dado una vuelta de tuerca en sus expresiones. Ya lo comento en el prólogo: “puede que estemos en el momento preciso para trasegar por una literatura fresca, directa, ecológica, sin intermediarios y muy sostenible”


P.- Y puede que también sus páginas supongan, ¿un toque de atención?
R.- Claro. Y un aviso para navegantes. Tenemos arte único, para dar y tomar. Tenemos un patrimonio castellano impresionante. Tenemos generaciones que han conformado lo que es y significa esta tierra. Comarcas y pueblos que necesitan tener futuro, pero sobre todo presente. Lo rural debe cobrar enteros y si para explicarlo hay que tirar de antologías, hágase. Pero aquí también tienen cabida las ciudades, que todo va unido y de la mano. En el fondo, y en la esencia, lo que se describe es una forma de vida, de ser y de estar. Lugares que tuvieron gran protagonismo en otros tiempos y que, visto lo visto, pueden convertirse en el refugio y en el hogar de nuevas generaciones. No será fácil. Pero ni no sabemos explicar, contar y valorar lo que tenemos. Si nosotros mismos no nos sentimos orgullosos, difícilmente vamos a animar a otros a sumarse a la causa. Es lo que engloba el libro: sentimiento de pertenencia y defensa de lo cercano. Castilla, como gran motor de las cosas sin menospreciar a nadie. Y sin complejos. En nuestro caso ha tocado hacerlo a través de la palabra escrita. Es una contribución humilde, pero ya saben que caminante no hay camino.